sábado, 18 de abril de 2009



Resumen de Cáncer de mama (I)

Carmen Castañón López, Andrés García Palomo, A. Rodríguez Sánchez

Cáncer de mama (I) A García Palomoa Á Rodríguez Sáncheza P Diz Taina C Castañón Lópeza aServicio de Oncología Médica. Hospital de León. León.

Epidemiología. El cáncer de mama es la enfermedad neoplásica más frecuente de la mujer. La supervivencia global en Europa es del 65%.

Principales factores de riesgo. La etiología del cáncer de mama es desconocida, pero se han identificado numerosos factores de riesgo. La actividad estrogénica intrínseca y el uso de terapéutico de estrógenos son los factores más comúnmente implicados. Aunque en el 30% de los casos existe agregación familiar, sólo un pequeño porcentaje de estos responde a una causa genética transmisible conocida.

Mecanismos patogénicos. El cáncer suplanta los mecanismos intrínsecos de control de crecimiento y maduración del tejido normal, como resultado de una serie de alteraciones genéticas que confieren una ventaja evolutiva a la célula que la posee. Dichas alteraciones se producen en los oncogenes, en los genes supresores o en ambos.

Manifestaciones clínicas iniciales. Criterios de sospecha. Aunque la manifestación clínica inicial es la masa palpable, la forma más frecuente de diagnóstico actualmente es la anormalidad radiológica, gracias al uso de la mamografía como técnica de detección precoz.

Historia natural. La historia natural del cáncer de mama se caracteriza por su gran heterogeneidad, fruto de unos tiempos de doblaje muy diferentes de una neoplasia a otra, reflejo de la naturaleza policlonal de la enfermedad.

Complicaciones. La afectación ganglionar regional y la enfermedad a distancia, sobre todo en hueso, pulmón e hígado, son las complicaciones más frecuentes de la enfermedad.

Estrategias diagnósticas. Los dos pilares del diagnóstico de un cáncer de mama son la mamografía, como técnica inicial y la biopsia de las lesiones radiológicamente sospechosas, según la clasificación BI-RADS.

Estadificación. La estadificación permite clasificar el cáncer de mama desde un punto de vista pronóstico y, por tanto, con implicaciones terapéuticas.

Resumen de Cáncer de útero

Jesús García Mata, M.D López, J. García Gómez, M.E. Pérez López

PUNTOS CLAVE Epidemiología. Cáncer ginecológico más frecuente. Cuarta causa de muerte por cáncer en la mujer. El adenocarcinoma endometrioide es la forma histológica más frecuente.

Principales factores etiológicos. El exceso de estimulación estrogénica se reconoce como el principal factor desencadenante y de desarrollo tumoral.

Manifestaciones clínicas y diagnóstico. La manifestación clínica más frecuente es el sangrado vaginal. En su crecimiento local afectará al resto del aparato genital y órganos pélvicos. Las metástasis a distancia suelen asentar en pulmón, hígado y hueso ¿ Las pruebas a realizar incluyen la ecografía transvaginal, la histeroscopia y el legrado endocervical y posterior biopsia uterina ¿ El estudio de extensión incluirá radiología simple torácica, tomografía computadorizada o resonancia magnética abdominal, pélvica.

Estadificación. Tiene vigencia la propuesta por la FIGO y actualizada por la UICC.

Tratamiento quirúrgico. Es el tratamiento de elección. Se realizará histerectomía total y salpingooforectomía bilateral.

Tratamiento radioterápico. No se indicará de forma adyuvante. Puede administrarse mediante dispositivos endocavitarios o bien mediante dispositivos externos (aceleradores).

Tratamiento sistémico. La hormonoterapia se indica en enfermedad metastásica. Tiene un índice de respuestas alrededor de 30%-40% en pacientes con receptores hormonales positivos * Los agentes citotóxicos más activos incluyen la doxorrubicina y el cisplatino. Su uso se indica en cáncer metastásico hormonoindependiente u hormonorrefractario. Tiene unos índices de respuesta en monoterapia de 20%-40%.

Resumen de Cáncer de riñón

R. Molina Villaverde, J.L. López González, F. Navarro Expósito, Melchor Álvarez de Mon Soto

PUNTOS CLAVE Epidemiología. El carcinoma renal (CR) supone el 3% de los tumores sólidos y es responsable del 2% de la mortalidad por cáncer, ya que en la mitad de los casos se presenta como enfermedad avanzada o metastásica. Es más frecuente en varones, de raza blanca y con pico máximo de incidencia a los 60 años.

Factores predisponentes. Algunas anomalías cromosómicas, el tabaco, factores dietéticos y obesidad, el abuso crónico de fenacetina, tóxicos industriales y la enfermedad quística adquirida se han implicado en el desarrollo de CR.

Patología. La variante histológica más frecuente es el adenocarcinoma de células claras.

Clínica. Las manifestaciones locales son la hematuria, dolor en flanco y masa palpable y hasta el 30% de los casos con diversos síndromes paraneoplásicos.

Diagnóstico. Además de las alteraciones analíticas son básicas las pruebas de imagen: ecografía, TAC/RM y gammagrafía.

Tratamiento. La nefrectomía radical en los estadios iniciales es la única terapia curativa. La radioterapia y la quimioterapia tienen escasa eficacia en el CR. La inmunoterapia con interferón alfa e interleucina-2 es útil en el CR metastásico y con menor experiencia vacunas tumorales y factores antiangiogénicos como talidomida y bevacizumab.



Resumen de Cáncer de pulmón no microcítico


M. Noguer Mediavilla, A. Sabino Alvarez, A. Fernández-Freire


PUNTOS CLAVE Epidemiología. El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por neoplasia en los países occidentales. Del total de los cánceres de pulmón, la mayoría (el 80%) lo constituye el cáncer de pulmón no microcítico (carcinoma no de células pequeñas o CPNCP) y el resto (20%) el cáncer de pulmón microcítico (de células pequeñas o tipo "oat-cell").


Etiopatogenia. El tabaco es el agente carcinógeno más frecuentemente relacionado con el cáncer de pulmón. El riesgo de padecer cáncer de pulmón de cualquier tipo histológico es mayor entre los fumadores, pero el tabaco está más relacionado con el carcinoma epidermoide y con el carcinoma microcítico o de células pequeñas.


Clínica y diagnóstico. Las manifestaciones clínicas iniciales y los criterios de sospecha diagnóstica pueden estar relacionados con la afectación locorregional (tos, dolor torácico, disnea, hemoptisis, neumonitis y derrame pleural entre otros), con la presencia de metástasis (hepatomegalia, dolores óseos, trastornos neurológicos, etc.) o con manifestaciones paraneoplásicas (pérdida de peso, osteoartropatía hipertrófica néumica, alteraciones dermatológicas, hipercalcemia, etc.).


Estadificación. Es fundamental la estadificación según el sistema TNM, ya que la estrategia terapéutica va a venir marcada por el estadio de la neoplasia.


Tratamiento. La cirugía es la piedra angular del tratamiento en los estadios I y II. En los estadios IIIA y IIIB cada día cobran más importancia los tratamientos combinados con cirugía, quimioterapia y radioterapia según el caso en cuestión. En la enfermedad metastásica o estadio IV se deben de considerar la quimioterapia paliativa o bien el tratamiento de soporte exclusivo. La radioterapia paliativa sobre algunas localizaciones metastásicas puede ser de gran ayuda (metástasis óseas, cerebrales, etc.).

http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1253910&info=resumen&modo=popup



Resumen de Cáncer de estómago

María José Méndez Vidal, Enrique Aranda Aguilar, Rafael Morales Chamorro

PUNTOS CLAVE Epidemiología. El carcinoma gástrico es la segunda causa de mortalidad por cáncer en el mundo * Es más frecuente en países subdesarrollados * El control de la infección por Helicobacter pylori ha favorecido un descenso en el número de carcinomas gástricos distales.

Factores etiológicos. El consumo de nitratos y conservas con salazón y ahumados se relaciona con una mayor incidencia de carcinoma gástrico, así como la infección por H. pylori.

Anatomía patológica. El 95% de los tumores del estómago son adenocarcinomas * El adenocarcinoma tipo difuso tiene una tendencia a diseminación y metastatización precoz.

Clínica. Los síntomas más precoces son dolor abdominal y pérdida de peso * La presencia de una úlcera gástrica que no cura con tratamiento médico debe hacernos sospechar un carcinoma gástrico.

Diagnóstico. La esofagogastroscopia con toma de biopsia es la principal exploración complementaria para el diagnóstico del carcinoma gástrico * La estadificación prequirúrgica se realiza con la TC toracoabdominal.

Factores pronósticos. El carcinoma gástrico proximal tiene peor pronóstico que el distal * El carcinoma gástrico tiene hasta un 80%-95% de recaídas locales y un 75% de recaídas a distancia * Los factores pronósticos con valor independiente son: estadio TNM y la afectación de márgenes quirúrgicos.

Prevención. No fumar y cambios en la dieta ayudarían a una disminución en la incidencia del carcinoma gástrico * El cribado con radiología de doble contraste y esofagogastroscopia con toma de biopsia no está indicado en España.

Tratamiento. La cirugía con intención curativa implica una linfadenectomía a nivel de D1 (D2 tiene un mayor índice de complicaciones y no mejora la supervivencia global) * Para una correcta estadificación es necesario examinar = 15 ganglios * La radioquimioterapia adyuvante ha demostrado beneficio en pacientes de alto riesgo de recaída.

sábado, 11 de abril de 2009


¿QUE ES EL CANCER DE PIEL?

El cáncer de piel no melanoma es el tipo más común de cáncer de piel. Se le llama no melanoma, porque este grupo de tumores cancerosos comprende todos los tipos de cáncer de la piel, excepto uno: el melanoma maligno, que es el cáncer que se desarrolla a partir de los melanocitos.

Causas

La exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV), cuya principal fuente es la luz solar. El grado de exposición a esta radiación depende de la intensidad de la luz, del tiempo de exposición, y de si la piel ha estado protegida. Las personas que viven en áreas donde están expuestas todo el año a una luz solar intensa tienen mayor riesgo.
Estar largo tiempo a la intemperie por motivos de trabajo o diversión sin protegerse con ropas adecuadas y protección solar aumenta el riesgo.

Las lámparas y cabinas bronceadoras son otras fuentes de radiación ultravioleta que pueden causar un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de la piel no melanoma.

La exposición a ciertos productos químicos como el arsénico, la brea industrial, la hulla, la parafina y ciertos tipos de aceites.

La exposición a la radiación como la producida por la radioterapia.

Las lesiones o inflamaciones graves o prolongadas de la piel, como pueden ser las quemaduras graves, la piel que recubre el área donde se produjo una infección ósea grave, y la piel dañada por ciertas enfermedades inflamatorias.

El tratamiento de la psoriasis con psoralenos y luz ultravioleta administrados a algunos pacientes con psoriasis.

El xeroderma pigmentoso, una condición hereditaria muy poco frecuente, reduce la capacidad de la piel para reparar los daños que sufre el ADN como consecuencia de la exposición a la luz solar. Las personas que tienen este trastorno desarrollan un gran número de tumores cancerosos de la piel, a veces desde la infancia.

El síndrome del nevus de células basales es una condición congénita igualmente poco frecuente, que ocasiona múltiples tumores cancerosos de células basales. La mayoría de los casos, aunque no todos, son hereditarios.

Síntomas

Como parte de un examen de rutina relacionado con el cáncer, el médico examinará minuciosamente la piel del paciente. Pero es igualmente importante que el paciente se revise a sí mismo la piel, preferiblemente una vez al mes. Para ello, deberá conocer el aspecto de los lunares, las imperfecciones, las pecas y otras marcas que tenga en la piel para poder detectar cualquier cambio.
Se recomienda hacerse el autoexamen frente a un espejo de cuerpo entero. Para las áreas difíciles de ver puede usarse un espejo de mano. Deben examinarse todas las áreas, incluyendo las palmas de las manos y las plantas de los pies, la región lumbar y la parte posterior de las piernas.

El cáncer de la piel no melanoma puede tener el aspecto de diversas marcas en la piel. Las señales de aviso principales son la aparición de una nueva masa, una mancha o protuberancia que esté creciendo (en el transcurso de unos meses, o de 1 a 2 años), o bien una úlcera que no sane en un plazo de 3 meses.

Los carcinomas de células basales aparecen en forma de áreas de color rojo, planas y escamosas, o de pequeñas áreas cerosas, brillantes y translúcidas al relieve, que pueden sangrar con una lesión menor. Puede haber uno o más vasos sanguíneos irregulares visibles, o mostrar áreas de color azul, café o negro.

Los carcinomas de células escamosas pueden aparecer en forma de protuberancias crecientes, a menudo de superficie áspera, o planos como manchas rojizas de la piel que crecen lentamente. Estos dos tipos de cáncer de la piel no melanoma pueden desarrollarse en forma de área plana que sólo muestra leves cambios con respecto a la piel normal.

El sarcoma de Kaposi suele empezar como una pequeña área similar a un morado que se convierte en un tumor.

La micosis fungoide empieza como una erupción, a menudo en los glúteos, las caderas o la parte inferior del abdomen. Puede parecer una alergia de la piel u otro tipo de irritación de la misma.

Los tumores de los anexos se presentan como protuberancias dentro de la piel.

Los sarcomas de la piel se manifiestan como grandes masas debajo de la superficie de la misma.
Los tumores de células de Merkel suelen aparecer en forma de nódulos de color rojo púrpura, o de úlceras (llagas) localizadas en la cara, o, con menos frecuencia, en los brazos o las piernas.

Prevención

La forma más importante de reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de la piel no melanoma es evitar exponerse sin protección a los rayos solares y a otras fuentes de luz ultravioleta. La manera más sencilla de evitar la exposición excesiva a la luz ultravioleta es mantenerse alejado del sol y a la sombra siempre que sea posible.
Esto resulta particularmente importante al mediodía, cuando la luz ultravioleta es más intensa.

Protegerse con ropa. incluyendo una camisa y un sombrero de ala ancha. Por lo general, las telas de tejido apretado ofrecen la mejor protección contra el sol. Unas gafas de sol que ofrezcan una buena cobertura, con un porcentaje de absorción de rayos ultravioleta de un 99% a un 100%, protegen de forma óptima los ojos y el área de piel alrededor de los mismos.

Las cremas de protección solar con un factor de protección de factor 15 o más deberán usarse en áreas de la piel expuestas al sol, particularmente cuando la luz solar es intensa. Las personas de piel clara y las que se queman con facilidad deben aplicarse la loción antisolar. Al aplicarse la loción, se deben seguir siempre las instrucciones. Para que ésta sea eficaz, debe aplicarse antes de exponerse al sol, y usarse en todas las áreas de piel expuestas a la luz solar.
Muchas lociones antisolares pierden eficacia cuando la persona suda o nada, y deben volverse a aplicar para que ofrezcan el máximo de protección. Se debe usar loción aunque el día esté brumoso o el cielo esté cubierto de nubes ligeras o poco compactas, ya que la luz ultravioleta puede atravesarlas.

No se deben usar cabinas bronceadoras. La exposición excesiva a la luz ultravioleta puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de la piel.

Tipos

Existen muchos tipos de cáncer de piel no melanoma, pero hay dos que son los más comunes: el carcinoma basocelular y el carcinoma de células escamosas.

El carcinoma basocelular (cáncer de células basales): Es un tumor de crecimiento lento. Es muy raro que un cáncer de células basales se extienda a partes distantes del cuerpo. No obstante, si un cáncer de células basales se deja sin tratar, puede extenderse a las áreas cercanas y afectar los huesos, así como otros tejidos de la piel. Después del tratamiento, el carcinoma basocelular puede reaparecer en el mismo lugar de la piel.

El carcinoma espinocelular (carcinoma de células escamosas): Se desarrolla en las capas superiores de la epidermis, y representa alrededor del 20% de todos los casos de cáncer de la piel. Con frecuencia aparece en áreas del cuerpo expuestas al sol, tales como la cara, las orejas, el cuello, los labios y el dorso de las manos. También se puede desarrollar en cicatrices o úlceras de la piel en otras partes del cuerpo.

Otros tipos de cáncer de piel no melanoma, menos comunes que los anteriores son:

El sarcoma de Kaposi: Se origina en la dermis, pero también puede formarse en los órganos internos. Suele desarrollarse en personas afectadas por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), o que sufren el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Linfoma. La dermis contiene un número considerable de linfocitos (un tipo de células del sistema inmunológico). Cuando éstos se vuelven malignos, forman el linfoma. Aunque la mayoría de estos tipos de cáncer parecen originarse en los gánglios linfáticos o en los órganos internos, existen ciertos tipos de linfoma que se originan en la piel. El término médico “linfoma cutáneo primario” significa “linfoma que se ha originado en la piel”. El tipo de linfoma cutáneo primario más común es el linfoma cutáneo de células T, también llamado micosis fungoide.

Los sarcomas: Se desarrollan a partir de las células del tejido conectivo, por lo general en tejidos que se encuentran a gran profundidad debajo de la piel. Con mucha menos frecuencia, éstos pueden producirse en la dermis y el tejido subcutáneo de la piel. Existen varios tipos de sarcoma que pueden desarrollarse en la piel, incluyendo el dermatofibrosarcoma protuberans y el angiosarcoma.

El carcinoma de células de Merkel: Se desarrolla a partir de las células endocrinas de la piel. A menudo reaparecen después del tratamiento y se extienden a los ganglios linfáticos cercanos. También pueden propagarse a los órganos internos.
También existen los tumores benignos de la piel, la mayoría de los cuales no son cancerosos, y sólo en contadas ocasiones llegan a convertirse en cáncer.
Entre estos tumores se encuentran la mayoría de los tipos de lunares, las queratosis seborreicas (manchas con relieve, de color marrón, café o negro con una textura “cerosa” o una superficie áspera), los hemangiomas (tumores benignos de los vasos sanguíneos), los lipomas (tumores blandos de las células adiposas benignas) y las verrugas (tumores de superficie áspera causados por un virus).

Enfermedades Precancerosas

La queratosis actínica. Es una condición precancerosa de la piel causada por la exposición a los rayos solares. Son pequeñas manchas ásperas que pueden ser de color rojo, rosado o del color de la piel. Suelen desarrollarse en la cara, las orejas, el dorso de las manos y los brazos de personas de edad mediana o mayores que tienen la piel clara, aunque también pueden aparecer en otras áreas de la piel expuestas al sol.
Generalmente, las personas que tengan una queratosis actínica desarrollarán muchas más. Suelen crecen lentamente y no causan más síntomas o signos que las manchas de la piel. Es posible, pero no común, que las queratosis actínicas se conviertan en cáncer de células escamosas. También con frecuencia desaparecen por sí solas, pero pueden volver a aparecer.

El carcinoma de células escamosas in situ o Enfermedad de Bowen: Es la forma más precoz del cáncer de piel de células escamosas. Las células de este cáncer se encuentran completamente dentro de la epidermis, y no se han extendido a la dermis. Se manifiesta en forma de manchas rojizas. Comparada con las queratosis actínicas, las manchas del carcinoma de células escamosas in situ suelen ser mayores, a menudo de más de ½ centímetro, de un rojo más intenso y son más escamosas y ásperas.

Diagnóstico

Si existe algún motivo para sospechar que existe un cáncer de la piel, el médico empleará uno o más métodos para determinar si la enfermedad se encuentra realmente presente. El médico observará el tamaño, la forma, el color y la textura del área en cuestión, y si ésta sangra o se descama. Se examinará el resto del cuerpo para ver si tiene manchas o lunares que puedan estar relacionados con el cáncer de la piel. Es posible que sea necesario hacer otras preguntas u otros exámenes, dependiendo de su estado de salud, en particular.

Si el médico piensa que un área pudiera presentar un cáncer de la piel no melanoma, éste tomará una muestra de piel del área sospechosa para examinarla con un microscopio. Esto se llama una biopsia de piel. Para hacer esta prueba pueden utilizarse diferentes métodos. El método elegido depende del tipo de cáncer de la piel no melanoma, de la localización del mismo en el cuerpo y del tamaño del área afectada.

Tratamientos

La extirpación es el tratamiento más común de este tipo de lesiones, que puede completarse con la llamada cirugía de Mohs dependiendo de la localización o si la mancha tiene un tamaño considerable.
La escisión simple consiste en la extirpación del tumor y parte del tejido que lo rodea.

Cirugía de Mohs: Se elimina la capa de la piel afectada por el cáncer y más tarde extrae el tejido de alrededor comparando ambos mediante pruebas en el microscopio. * Criocirugía: Mediante nitrógeno líquido se congelan y destruyen las células cancerosas.

Cirugía mediante láser: Se utiliza en carcinomas muy superficiales sobre los que se aplica el rayo láser para vaporizar las células cancerosas.

Electrodesecación: el tumor se extrae raspando el tejido, y después se trata la zona donde se encontraba la mancha con una aguja eléctrica para destruir las células cancerosas que queden.

Quimioterapia: El medicamento que más frecuentemente se utiliza es el fluoracilo, que usado deforma tópica llega a las células más cercanas de la superficie de la piel por lo que se utilizará sólo para las condiciones premalignas. Este medicamento enrojece la zona donde se aplica, y la hace más sensible al sol, por lo que habrá que protegerla durante unas semanas del sol.

Radioterapia: Consiste en el empleo de como rayos X, para destruir las células cancerosas. El tratamiento dura unos minutos y no es doloroso sino que es algo parecido a una radiografía sólo que la radiación es mayor y está concentrada en la zona afectada. Se utiliza en aquellos pacientes que no pueden someterse a cirugía, como personas de edad muy avanzada pueden tener problemas para ser intervenidos quirúrgicamente.
Este tratamiento puede curar aquellos tipos de cáncer que se encuentre en estadios bajos. También puede utilizarse como complemento a la cirugía.


¿QUE ES EL CANCER DE CERVIX?

El cérvix es la parte inferior del útero o matriz y se conoce comúnmente como cuello de la matriz. El cérvix tiene un papel muy importante en el mantenimiento de un embarazo normal. El cáncer de cérvix constituye el 6 por ciento de los tumores malignos en mujeres. Existen principalmente dos tipos de cáncer de cérvix: carcinoma escamoso en el 90 por ciento de los casos y adenocarcinoma en el 10 por ciento.

Causas

Existen algunos factores que se han relacionado con la incidencia del cáncer de cérvix. El factor de riesgo más importante en el desarrollo de lesiones premalignas (CIN) o cáncer de cérvix es la infección por papilomavirus, especialmente los tipos 16 y 18. Otros factores son:

El consumo de tabaco.
La promiscuidad sexual.
Edad precoz de inicio de relaciones sexuales.
Número de hijos elevado.
Bajo nivel socioeconómico.

Por ello, se recomienda habitualmente la realización del test de Papanicolaou cuando la mujer comienza a mantener relaciones sexuales, de manera anual en mujeres de alto riesgo y en mujeres de bajo riesgo, después de 2-3 revisiones normales, se pueden realizar cada 3 años.

Síntomas

Los programas de detección precoz permiten diagnosticarlo en mujeres asintomáticas. Habitualmente el primer síntoma de cáncer de cérvix es el sangrado postcoital o entre dos menstruaciones. También puede ir acompañado de un aumento en las secreciones vaginales, que se hacen malolientes.

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza con una biopsia del cérvix, que se realiza durante el examen ginecológico.
Tratamientos

El tratamiento del cáncer de cérvix depende del tamaño del tumor y del estadio en que se encuentre la enfermedad: si está localizado sólo en el cérvix o se extiende a ganglios u otros órganos de la pelvis como la vejiga o el recto. En tumores diagnosticados de manera precoz y pequeños el tratamiento puede ser opcional: cirugía con realización de histerectomía radical o radioterapia. En estadios avanzados, el tratamiento es radioterapia y quimioterapia utilizados ambos de manera simultánea.